La ley de la eutanasia en España, 1 año de vida
A finales del mes de junio de 2021 entraba en vigor la Ley de la eutanasia en España. La ley presentaba de manera estructurada los pasos que se deberían seguir para consumar el acto de morir de una forma asistida y legal.
Como todas las leyes nuevas y dentro del ámbito social tuvo una parte de la sociedad a favor y una parte de la sociedad en contra.
No entraremos a fondo en las cuestiones de la Ley y no nos vamos a posicionar sobre ella, vamos a describir cual es la situación del día a día y las dificultades con las que, en algunas comunidades, se han encontrado los solicitantes.
Estas dificultades han sido muy variadas: pacientes cuyo médico no quiere recoger su solicitud de ayuda a morir o que no está dispuesto a remitirla a la dirección médica de su centro; plazos que se incumplen; informes negativos mal justificados; objeciones de conveniencia; exigencia de ciertos requisitos no previstos en la ley o incluso instituciones que se niegan a que una eutanasia pueda practicarse en sus instalaciones.
A todo esto, sumamos la saturación de la Atención Primaria y la falta de recursos en la mayoría de comunidades autónomas por la pandemia.
Describiremos con números el resultado de este primer año de su aplicación y lo vamos a desarrollar en la Comunidad de Cataluña, no sin hacer breves referencias a los datos estatales.
En todo el territorio español ha habido en este primer año de eutanasia legal (bajo el paraguas de la Ley) un total de 171 muertes asistidas, habiéndose detectado una alta presencia de pacientes no terminales.
La información a nivel estatal por comunidades del número de eutanasias que se han llegado a solicitar, las practicadas, las rechazadas y las que están en estudio se exponen a continuación para hacer un breve resumen de la situación.
La tabla es una elaboración propia de A. Matilla (El Mundo gráficos)

Llama la atención que se han aceptado más eutanasias que rechazado pero sobretodo destaca el número de profesionales que se han declarado objetores.
Manifestaciones de todo tipo verbales y escritas han llegado a la prensa y a los medios durante este año y en esta imagen de el diario El País vemos una carta de una paciente que fue autorizada a recibir una eutanasia no sin haber pasado por una no muy buena experiencia.

En esta otra, el primer paciente que recibió la eutanasia en Sevilla fue noticia de prensa.

En Cataluña:
Los datos son algo dispares porque algunas comunidades no los han ofrecido a los medios o no los han hecho públicos. Pero mientras que en Cataluña se han realizado 60 eutanasias, en Andalucia con 1 millón más de habitantes solo se han realizado 11.
La secretaria general de la “conselleria de Salud de la Generalitat de Cataluña”, Meritxell Masó, explicó tras el año de despliegue de la ley que 137 catalanes habían solicitado el derecho a la eutanasia de las que 78 solicitudes se habían aprobado y 60 ya se han realizado.
El conseller ha reivindicado que “el despliegue de la eutanasia es un paso hacia adelante” y ha afirmado que la sociedad catalana tiene una “larga tradición” de respetar el derecho a morir dignamente.
Desde junio de 2021 a diciembre del mismo año, un total de 53 personas pidieron la eutanasia en Cataluña, la mitad de solicitudes (28) ya fueron aprobadas y 24 ya recibieron la asistencia para una muerte digna por parte de profesionales sanitarios, entre los que solo 90 se acogieron la objeción de conciencia.
Aunque los datos son incompletos, sí que permiten vislumbrar que la puesta en práctica ha sido muy desigual, en función del territorio. Cataluña y País Vasco se sitúan a la cabeza en número de solicitudes aceptadas, sobre todo la primera, con 60 eutanasias practicadas y 25 en Euskadi, mientras que Andalucía y Madrid apenas se han practicado. En la primera se han practicado 11 eutanasias y en la segunda 19, pese a que tienen un gran volumen de población. En la Comunidad Valenciana ha habido 13 y en Extremadura solo 1.
En cuanto la vía de acceso a la eutanasia, la gran mayoría de las solicitudes se han producido a través de la atención primaria (CAP) (81) aunque muchas de ellas se ejecutaron después en centros hospitalarios.
La mayoría de pacientes lo piden en el CAP, pero prefieren morir en un hospital. El domicilio ha sido la opción escogida por 33 pacientes, frente a 20 que murieron en hospitales, 5 en centros de atención intermedios y 2 en residencias.
La duración del proceso es en algunos casos larga, aunque dentro de los plazos establecidos, dura una media de 47 días para garantizar el proceso de reflexión del solicitante. Intervienen «al menos» tres médicos y un jurista, además de asistentes sociales y otros profesionales sanitarios.
La ley está diseñada así para darle garantías al paciente y a los profesionales que participan en el proceso. El rigor en evaluación, la validación, el registro documental y la verificación de la comisión de garantías permite garantizar que la decisión sea madurada».
Existe una cierta preocupación por el número de fallecidos antes de que se completara el proceso, pero las autoridades han asegurado que «todos han muerto acompañados, con síntomas controlados y en el centro que querían, pero en procedimiento diferente al de la eutanasia».
La eutanasia «no es un procedimiento para personas en estado avanzado hacia final de vida» ha advertido el consejero de Salud Catalán JM Argimon. «En estos casos existe un procedimiento que busca la muerte digna, es un proceso diferente».
Cataluña, ha añadido, «tiene una larga tradición de curas paliativas. Cuando explicas diferencia entre eutanasia y final de vida ellos apuestan por el final de vida digno» con curas paliativas.
Como conclusiones decir que el número de eutanasias probablemente crecerá en los próximos años, en la medida en que esta opción cuaje culturalmente.
Personalmente recibí la primera petición no formal del territorio por parte de uno de mis pacientes habituales a las pocas semanas de la puesta en marcha de la ley.
Debido a los tiempos estipulados de reflexión así como la tramitación y burocracia requerida hizo que no se llegara a ejecutar puesto que dicha petición carecía de fundamento. Cierto es que, a pesar de no ser una petición formal, nos activó a todos los participantes del sistema para estar preparados para asumir y poder ofrecer con máximas garantías el proceso solicitado.
Que opináis sobre el tema?
Dejarme en los comentarios lo que penséis.
Gracias.
Jornada: El Derecho a la Eutanasia, Un año después. Comunidad de Aragón.
Canal de youtube:
Escuela de Salud. Aragón
- La ley de la eutanasia en España, 1 año de vida - sábado, 2 de julio de 2022
- Cuando se puede elegir el final - sábado, 26 de junio de 2021
Un lujo volver a leerte,querida Natalia.
Un artículo para una profunda reflexión tanto como persona como médicos que somos muchos.
Llevo toda la mañana pensando en bucle sobre este tema tan trascendente y necesario.
Mil besos y hasta muy pronto
Una gran entrada, Natalia. Recuerdo ya tu preocupación por el tema hace un año con la aparición de la Ley y lo comprendo perfectamente viendo que, como nos relatas, sois los especialistas a los que se dirigen en primer lugar la mayoría de los pacientes.
Como médico forense también me he sentido especialmente implicada y, si te soy sincera, no me extraña el estudio estadístico que aportas y la posición en cabeza de Catalunya, mucho más llamativa considerando los censos poblacionales.
Creo que los médicos de familia tenéis aún una ardua tarea por delante y espero que haya muchos como tú, con esa sensibilidad que te caracteriza. Los cambios legislativos siempre requieren una especial delicadeza. Besos.
Hola Natalia. Com sempre un luxe i una satisfacció tenir-te per aquí el mig.
Sense aprofundir massa, jo crec que les dades i consideracions que aportes son suficients com per fer-te una idea de la nostra realitat quan ens enfrontem a un tema tan sensible com l’ajuda a morir.
En primer lloc, jo crec que un any de recorregut encara és un espai temporal que no permet extreure moltes conclusions. Caldrà anar “normalitzant” l’oferiment sanitari i caldrà veure com reacciona la societat en el seu conjunt, també els professionals.
L’article també esmenta el que crec que pot ser un important factor de confusió a l’afrontar aquest tema, així, l’ajuda a una mort digna a través de les cures pal·liatives no pot confondre’ns amb la sol·licitud d’ajuda a morir per manca d’expectatives vitals i patiments sense utilitat.
Finalment, tornar a considerar a la societat catalana com molt més avançada que altres integrants de l’estat espanyol. L’ús d’anticonceptius, la pràctica del divorci en els primers temps, han estat indicadors socials on s’han vist clares diferències en la seva pràctica i consum, com a mínim en els primers temps de posta en marxa.
Gràcies Natalia.
Manel
Natàlia!, quina llàstima que no et vàrem veure a Valls!
Escrius un interessant article i les dades són bastant esperables.
Catalunya sempre ha estat pionera en aquests temes: Cures Pal·liatives, Associacions sobre el dret a morir dignament, Proposta d’Eutanàsia… No estranya que siguem de llarg, els que més ho hem sol·licitat.
Sí que em sorprèn la quantitat global d’objectors de consciència (4.500 sanitaris!).
Ja ha passat un any des de l’entrada en vigor de la Llei d’Eutanàsia, però penso que falta força informació al ciutadà. D’entrada va haver-hi un boom, però ara se’n parla poc.
Quan treballava a Pal·liatius veiem que el núm. de sol·licituds no era molt alta, especialment si els podies garantir un bon final de vida.
També vaig observar que les sol·licituds es donàvem més en Malalties Neurodegeneratives que en Malalties Oncològiques. Seria interessant conèixer quins tipus de malalties sol·liciten més l’eutanàsia.
Abans de jubilar-me vaig tenir un cas que no va arribar a terme perquè va morir abans. Esperar 47 dies de mitja crec que és bastant, esperem que amb el temps tot vagi canviant.
Vosaltres, l’Atenció Primària teniu un paper fonamental en aquest procés, perquè sou les capçaleres de tota la Comunitat. Tant de bo tots els metges tinguessin el teu interès i la teva sensibilitat.
Moltes gràcies, Natàlia!
Quan es va aprovar la llei el Departament de Salut i el Col·legi de metges varen fer un esforç comunicatiu important de cara als professionals aplicant una tradició molt arrelada a Catalunya d’una societat que avança en els drets civils. Crec que aquesta llei es bastant respectuosa amb els creients però potser no per tots. El que sí és revelador és que dos comunitats amb uns governs conservadors, especialment Madrid, aflorin ràpidament els professionals objectors que per altra banda respecto molt i encara que estigui a favor de la llei defensaré el seu dret a objectar sempre. Segurament té a veure en com estàs desplegant la llei sobre el terreny. Molt interessant la lectura de l’article que ens connecta amb la realitat, a peu de consultori.
Natàlia, interessantíssima entrada i fantàstica per veure com s’està desenvolupant la llei.
Les dades són molt il·lustratives.
Queda molt camí per fer encara i l’atenció primària és la base fonamental i imprescindible perquè tot arranqui i arribi a bon port.
Ja m’hauria agradat comptar amb la llei quan jo exercia, malgrat la càrrega de treball del saturat i poc valorat professional de l’AP i de les naturals angoixes que suposa per nosaltres com a éssers humans portar-la a terme.
Intento respectar, encara que no les comparteixi, les opinions contràries.
Em preocupen aquestes brutals diferències que indican las xifres. Sens dubte hi intervenen molts factors. Alguns de caràcter cultural, religiós i polític, i uns altres merament estructurals que haurien de ser els més fàcils de superar.
La difusió i implantació efectiva activada des de les direccions clíniques i gestores dels diferents serveis de salut i els col·lectius de professionals sanitaris, malauradament està ben clar que no és la mateixa a tota la península. I em sembla de veritat molt trist.
Moltes gràcies, Natàlia. De totes totes, informació imprescindible.