ALICE NEEL. LAS PERSONAS PRIMERO
MUSEO GUGGENHEIM BILBAO (Sep 2021- Enero 2022)
Alice Neel (1900–1984) es una de las artistas estadounidenses más radicales del siglo XX. Defensora del humanismo y la justicia social, se consideraba a sí misma como una “coleccionista de almas”.
Nueva York fue el escenario de su obra desde principios de la dècada de 1930. La Gran Depresión, los movimientos feminista y por los derechos civiles estan reflejados en su pintura. Pero Neel pintó sobre todo personas. Personas de muy diferentes orígenes y condiciones sociales. Y lo hizo con una mirada empática y a la vez de forma descarnada, cuestionando lo establecido con agudeza y naturalidad.
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Hoy visitaremos la exposición de su obra en el Guggenheim bilbaino de la mano de Belén Grijalba, una buena amiga que a su vez es socia y “amiga” del museo. Maestra de profesión y recién jubilada, debido a su pasión por el arte ejerce de forma altruista y en su tiempo de ocio como voluntaria del departamento de educación del museo.
Tenemos la fortuna de contar con su colaboración en La PúaWeb para acercarnos a la obra de Alice Neel a través de su atenta mirada. Muchas gracias Belén.
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En la tercera planta del Museo Guggenheim de Bilbao hay 110 mujeres. «Mujeres de la abstracción».
En la planta baja, a un lado del impresionante vestíbulo con escamas de cristal, solo una: ALICE NEEL.
Yo no la conocía.
Muy diferentes miradas para pintar su mundo de sentimientos.
Como de natural soy precavida, elijo la mirada realista, a veces brusca y expresionista de Alice.
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«En el momento en que me senté frente a un lienzo me sentí feliz, porque era un mundo y podía hacer lo que quisiera en él»
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Alice Neel nació el 28 de enero de 1900 en Merion Square, Pensilvania.
No eran tiempos fáciles para las niñas en una familia modesta de clase media con cinco hijos. «No sé qué esperas hacer en el mundo, solo eres una niña» llegó a decir su madre en alguna ocasión. Pero Alice iría a contracorriente tanto en lo personal como en lo artístico toda su vida.
A los 18 años y tras graduarse en la escuela trabajó como administrativa, lo que le permitió mantener económicamente a sus padres.
En 1921 se matriculó en la Escuela de Diseño para Mujeres de Filadelfia. Se graduó recibiendo el Premio Kern Doge a la mejor pintura.
Ese mismo año, 1925, se casó con el pintor cubano Carlos Enriquez y se trasladaron a La Habana, donde entró en contacto con la reciente vanguardia. Allí nació su hija, Santillana.
Cuando regresaron a EEUU, New York, llegó la tragedia: su hija murió de difteria antes de cumplir un año. Un trauma que acompañaría a sus pinturas toda la vida.
Al año siguiente, nació su segunda hija, Isabetta.

En 1930 su marido regresó a Cuba y se llevó a su hija. Para Alice supuso una profunda depresión, incluso intentó el suicidio, por lo que fue ingresada.
Por suerte, aunque durante los tratamientos psiquiátricos no dejaban seguir con las actividades de los pacientes, a ella se lo permitieron y no dejó de pintar.
Su temàtica recurrente fue el desnudo femenino, con tapujos, como actividad para espantar sus propios fantasmas.

Superada la crisis, en 1931 volvió a la actividad volcándose en los retratos. Se declara «una coleccionista de almas». La esencia.
En esos años hasta el 1945, refleja ambientes callejeros propios de la época de la depresión. Aporta una visión coral de la gente neoyorkina: amigos, vecinas, amantes, anónimos.
Retrató durante nueve años a Georgie, a quien encontró en la calle y le pidió que posara. Georgie acabó en la cárcel y al poco de salir murió.

En esta época también entró en contacto con círculos intelectuales cercanos al Partido Comunista, mezclando en sus obras tanto el retrato de algunos de sus líderes como escenas de claro contenido sexual de amantes anónimos, de desnudos sin pudor académico.


En 1935 conoce a Jose Santiago Negron un cantante de night-club y viven en Harlem-hispano, zona que le aportaría muchos de los rostros de sus cuadros. Con él tiene su primer hijo.
Aún tendría otro con Sam Brody, fotógrafo y cineasta, parejas que no acabaron de mantenerse en el tiempo.
Al crecer sus hijos, fue la década de los sesenta la de mayor producción creadora, una etapa en la que repitió el tema de las mujeres embarazadas desnudas, representación particularmente inusual en siglos de historia del arte. Hay que tener en cuenta que las embarazadas no podían aparecer en el cine de los años 30-40 ¡ni vestidas!


Son los años 70 de gran producción, de amplio reconocimiento y de conversión en un icono feminista.
Incluso los famosos querían su retrato.
Andy Warhol acudió a su estudio para ser inmortalizado en una sorprendente obra en la que lo representó semidesnudo mostrando las cicatrices que tenía en su cuerpo por el ataque de la escritora Valerie Solanas.


En un retrato que hace a su nuera con su hijo se aprecian las heridas que arrastraba ante la maternidad que tanto plasmó.
Los ojos de la madre muestran desconcierto y esa mesa que por detrás se tambalea denotan la falta de certezas.
Mi obra favorita es Recluta negro.
Como otras veces, Alice se encontró por la calle con el modelo y lo invitó a posar para ella.
El soldado accedió y quedó en volver al día siguiente.
Pero eso no ocurrió. Nunca supo que pasó.
Así que dejó la obra ¿incompleta?. No para la autora, la congeló.

Cotizada, reconocida, esta humanista de intensidad emocional y profundidad psicológica se autorretrató (su único autorretrato) a los 82 años, desnuda. Estaba encantada con esta/su imagen.
Figura y genio. Nos dejó más de tres mil retratos.
“He intentado reivindicar la dignidad y la incesante importancia del ser humano”.

VIDEOS DE LA EXPOSICION EN EL MUSEO GUGGENHEIM BILBAO
Y EN THE MET FIFTH AVENUE DE NUEVA YORK
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Autora: Belén Grijalba
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Gracias Belén por colaborar con este magnífico artículo en nuestra web y por darnos a conocer a Alice Neel a través de su obra y detalles trascendentes de su vida. Nos muestras a una mujer valiente, rompedora, tenaz en su vocación pictórica y en la elección de su modo de vivir, en contra de los convencionalismos. Llama la atención que tantas mujeres que no se doblegaron a ellos acabaran tildadas de locas y encerradas en un psiquiátrico, remedos de la “patria potestad” ejercida por los hombres de su familia, que teóricamente debían de quererlas, o por la sociedad machista de sus épocas. Las mujeres les debemos mucho a sus sufrimientos, nos abrieron el camino a las siguientes generaciones.
Los retratos de Neel impactan por la capacidad de captar y plasmar las expresiones, principalmente con las miradas. Unos ojos que lo dicen todo y unos desnudos rompedores y a la vez naturales.
Gracias otra vez Belén. Los amigos de Pedro son nuestros amigos. Un abrazo.
Muchas gracias , Cinta, por tus palabras y tu recibimiento. Un abrazo
Gracias Pedro por presentarnos a Belén y hacerlo de esta manera tan enriquecedora.
Belén, muchas gracias por este magnífico recorrido por la trayectoria vital y pictórica de Alicia Neel.
Si la memoria no me falla, creo recordar haber visto obra suya en la primera y única visita que realicé al impactante museo Whitney de Nueva York. En cualquier caso, me ha resultado apasionante tu paseo por su propuesta profesional, una propuesta transgresora que va desde un cierto surrealismo al arte pop incluso por caminos que en algun momento recuerdan simples ilustraciones de novela gráfica.
Te reitero que me ha encantado conocer a la artista y te aseguro que no seria mala la idea de un paseo por Bilbao y conocer la exposición de tu mano y de la de un gran amigo como Pedro.
Gracias
Gracias Manel por tus palabras. Si se presenta la ocasion, pasearemos por Bilbo.
Enhorabuena Belén y bienvenida a nuestra querida web.
Casi me dejas sin palabras y Pedro puede dar fe de que no es fácil.
Maravilloso acercamiento a una artista deslumbrante en vida y obra.
Tu relato de una biografía tan apasionante, difícil de clasificar sin prejuicios, plagada de personajes fuera de lo común a su alrededor, me ha proporcionado un placer muy especial.
Coincido en el impacto que transmite el cuadro “recluta negro” y su etéreo final.
No conocía a Alice Neel ni por referencias y gracias a ti tengo otro buen motivo para ir a Bilbao.
Deseo y espero sin duda muchos más artículos tuyos…todo es empezar y el Guggenheim seguro que te lo facilita.
Un abrazo muy fuerte.
Hola Pepe, tú si que me dejas sin palabras, qué amigos más elogiosos tienes ,Pedro. Un abrazo
Belén, magnífica exposición y muy bien comentada. Una suerte contar junto con Pedro en el apartado de Arte en mayúsculas. Gracias por presentarnos a esta Neel, una gran artista.