UN BOIG A MONTROIG
Este es un artículo dedicado a Famy, in memoriam.
Sin ti, querida compañera, la Púa Trekinera nunca será lo mismo.
Supongo que todos compartís y secundáis mi propuesta enviada Vaticano para la beatificación de Pere.
Organizar una excursión por el Himalaya con este pérfido grupo de paralíticos parlanchines, te envía directamente a un latifundio en el Cielo.
Pretender que a más de una se le rajen las bragas entre cuerdas colgantes, rappels (o cómo diablos se llamen), precipicios que no se han visto desde una película de Tarzán de los monos y trampas asesinas, tiene un mérito incalculable.
Camarasa debía ser nuestro destino cual prueba del iniciado.
El acojono fue mayúsculo con un descontrol e insubordinación que ríete tu del motín del Caine.
Con tal despiporre y confusión, alguien con pocos recursos alpinos (pongamos que me refiero a Pedro) no se enteró del cambio y sigue buscándonos por aquel pantano.
“In extremis” (podría seguir en latín, pero sólo me entendería el Papa, gran seguidor de esta sección), hubo claudicación respecto al destino por parte de nuestro nunca suficientemente venerado guía, con un pesar indescriptible y amenaza de dejación de funciones.
Hombre de recursos sin fin, se decidió por un rápido cambio de guion al alcance de rodillas artríticas, perros y conversaciones infinitas sin necesidad de oxígeno.
MONTROIG
Para Montroig que nos dirigimos al fin … menos Pedro que seguía en Camarasa.
Todos puntuales, los habituales, menos nosotros que tenemos que atravesar doscientas comarcas para llegar a esos horizontes lejanos, y Begoña que sigue con su horario particular.
Aprovecho este inciso para agradecer sinceramente a Pere estas oportunidades que me está ofreciendo para descubrir una provincia maravillosa y muy desconocida hasta la fecha por mi parte, seguramente debido a mi torpeza, ignorancia y pereza.
Día espléndido. Temperatura ideal.
En el Montnegre tenemos viento de vez en cuando, lo de Tarragona es para explicárselo a María Sarmiento.
Si llaman a Mary Poppins aparece en Calcuta.
Hasta yo me despeiné!!!
Todos con vestimenta elegante y adecuada.
Yo con un “apáñatelas como puedas”.
En el momento de salir, Montse, nuestra Ángel Cristo particular, se dirigió a nuestras fieras con un valor nunca visto antes en el circo, para domarlas e instruirlas.
No me consta que arriesgara su bella cabeza introduciéndola en las fauces de estas singulares bestias.
Alguien me lo ha contado, pero no pondría en juego ni un pelo de los pocos que tengo dando credibilidad a tanto mentiroso compulsivo.
Todos sois conscientes de mi autocontrol y contrastado rigor.

El primer reto ciertamente no entrañaba dificultad y sí una gran belleza.
Ermita de la Mare de Deu de la Roca en lo alto de un risco.


Un puñal solitario al cielo al que se asciende por un amable sendero.
Me cuentan por otra parte, que algún miembro de este grupo sexagenario, hace un tiempo lo ascendió en Porche por otra cómoda vía, pero habría sido muy cutre y me cuesta creer infamias de este tipo, con el respeto y cariño que me merecéis todos!!!!
Lugar de leyenda, historia y arte rematado por la capilla de Sant Ramón con un descaro desafiante a cualquier ley.
A pesar de la inmensidad y belleza mágica del lugar hubo quien sólo tenía ojos para los atractivos muslos y el culo de unos temerarios ciclistas que reposaban por allí.
Murphy ya expuso en una de sus famosas leyes, que el recalentón de la entrepierna es proporcional a la altura.

En la oscura y coqueta ermita nos hicimos los entendidos culturales, “que si esto es gótico…por favor no ves que es románico …pues yo diría que visigótico con toques neolíticos …” un sin vivir hasta que el bueno de Pep (único faro cultural del grupo), se estiró más que Manel haciendo yoga y se sacó un euro, la casa por la ventana, lo introdujo donde tan sólo los muy entendidos conocen y nos encendió las luces.
Así cualquiera. Con las luces encendidas enseguida vi clara la influencia greco-romana, pero me abstuve de comentarlo a conciencias descarriadas.
Antes de entrar, Pere, cual Moisés del grupo, señaló con su dedo implacable lo escrito en un rótulo en lo alto de una cancela (qué nombre más bonito me ha salido, igual me lo he inventado).
A mí personalmente me atravesó cual rayo divino.
El mensaje no deja lugar a dudas ya no quedaba más remedio que seguir por donde él mande.

Seguramente el resto del grupo, pandilla de ateos, quedó como pasta de boniato, pero es el p…. amo!!!
Lo tiene todo controladísimo, aunque, como veremos pronto, hasta Moisés la cagó.
En mi estado catártico llegué a levitar algo, muy poquito, pero algo, Creo que un milímetro por lo menos.


Tras las preceptivas fotos, documentación y constancia para la historia, tocaba seguir camino.
El siguiente paso era sencillo … en teoría.
Pere se llevó a los únicos exploradores potables que tenía a mano, Lluís y Manolo.
Se internaron per un peligroso sendero, sólo apto para sherpas aventajados, que llevaba a un “agujero gordo”. Creo que la formación geológica tipo chochete, tiene otro nombre, pero no viene a cuento en esta historia ni os interesa.
Volvieron ligeros, posiblemente por las corrientes monzónicas que se establecen en esos lugares.
Es probable que el fuerte flujo huracanado hiciese estragos en la materia gris de Pere, puesto que lo que parecía imposible minutos antes en su cerebro, se convirtió en nuestro destino.
La cueva, o como se llame, muy bella aunque en mis crónicas no tengo espacio para cursiladas.


Otro tema fue bajar hasta los coches donde teníamos que iniciar un nuevo destino.
Se suponía que la ruta era una sencilla.
Con nuestro querido guía nunca se sabe.
Debía estar hasta los huevos de tanto paseíto dominguero y maquinó un “os vais a enterar”.
Bajada que te cagas sin los “esgraons de ferro i cadenas” que prometía en Camarasa y que hacía las delicias de Pedro en esos momentos, ya convencido que allí pasaba algo anormal.
A los perros tuvimos que bajar en brazos.
El premio fue para Montse y Gabi que se llevaron un ramillete de espárragos trigueros que nadie había cogido hasta el momento (quién se iba a arriesgar a buscarlos por esos infra mundos) y sirvieron, batidos con huevo, de suculenta cena.

Sin incidentes, llegamos a los coches para buscar el siguiente capítulo.
En quince minutos de fina conducción, sube que sube, trepa que trepa, en perfecta sincronización con Pere, demostrando que si se empeña esta tropa de inútiles en coche avanza adecuadamente, alcanzamos la cumbre que sostiene el Castell Monastir de Sant Miquel de Escornalbou.
Con este conciso nombre, necesitan una pancarta y no una señal de tráfico normal para indicar el camino.
Lo acompaña la ermita de Santa Bárbara, aquella de la que te acuerdas si truena.
Aquí la cagamos.
Por un pequeño fallo de cálculo por parte de nuestro guía, resulta que está en obras hasta el 2050 y cerrada por tanto.
Tan sólo pudimos maravillarnos con la presencia del Papamóvil.

Lo peor es que era el lugar previsto para comer con el descalabro que supuso para nuestras hambrientas habituales con menos azúcar en el cuerpo que en la despensa de Gaby.
El mejor lugar que encontramos fue un aparcamiento de autobuses.

Por suerte mis grandes dotes de actor disimularon el horror que tal cutrada provocaba en mis nobles carnes.
En un cálculo rápido caí en la cuenta de que la probabilidad que apareciera por allí alguno de mis millones de seguidores y fans incondicionales, era ciertamente improbable y mi prestigio quedaría a salvo una vez más.
Cada uno sacó su variada propuesta gastronómica según curiosas variaciones.
Los vegetarianos con su habitual ritual de bocadillo de jamón para estas ocasiones.
Pep y Jose, sacaron plato, cuchillo y tenedor para un menú digno del bar Manolo.
Lluís, “puturrú de fuá”, por supuesto.
Otros “cutrebocadillos” de queso, por ejemplo.
Cristina dobló la dosis de tableta de chocolate ante tanto buitreo y su menú nos podría haber alimentado a todos.
Nosotros, obviamente los selectos sandwitches con que nos obsequiaron en Buckingham Palace cuando nos invitó la reina de Inglaterra a un delicado té de las cinco (las seis para Begoña).
Lana y Famy “agarra lo que puedas”.
Con el chocolate por bandera, el mundo es mucho más amable, la moral más alta y la guardia de forma inversamente proporcional, más baja.
Si te dicen “ahora toca por aquí”, por allí que te vas contento.
Para vuestro pequeño cerebro y mi mayúscula sinceridad lo que aconteció en ese tiempo extra, fue sencillamente espectacular.


Un sendero cuidadísimo, arbolado precioso, pedrolos inmensos de granito con formas imposibles, desfiladeros por donde el viento (huracán una vez más por si no ha quedado claro) se ponía las botas, olor a resina caliente … (si os fijáis, estoy en “modo” Pere)… y visita a una curiosa carbonera.


Charla que te charla, camina que te camina, volvimos, ya en coche, al pueblo de Montroig.


Así quedaron los pelos, los que obviamente tienen, con el viento de los huevos. Excelente poesía os regalo, por cierto.
Del bonito pueblo, ni palabra que para eso informó y se lo curró Pere en esta web hace un tiempo, aunque sospecho que más de un inútil se lo saltó cegado por algún brillante artículo adyacente.

Nos sentamos alrededor de cervezas y patatas bravas.
Begoña algo frustrada por la ausencia de morcillas.

Terminamos borrachos de amistad, brindando por la inminente boda del hijo de M. Ángeles y Manuel. Fuimos invitados por ellos a modo de banquete nupcial.
Nos despedimos con esa indefinible sensación de haber conquistado algo más que una cima.
Sobrepasar los límites del cariño es jugar con la eternidad.
Una nueva crónica genial de vuestra querida

¡Qué buena excursión; lástima que no pude venir! En todo caso, me he descojonado riendo al leer tu excelente crónica ¡Magnífica!
Un abrazo
Eres genial Pepe! Una ironía que destila mucho cariño y eso es difícil de conseguir. A la par de reirme un montón, me ha llegado la ternura del encuentro. Un abrazo!
Verdaderamente, Pepe, estas “crónicas” de nuestras aventuras, fieles a lo que pasó y a la vez tan irónicas y divertidas, son geniales !! Tienes una habilidad especial y seguro que ya tienes los 2 millones de seguidores de los que hablas……😂
Por otra parte, ya te lo dije personalmente, te agradezco la emotiva dedicatoria que has hecho para Famy. Sé que te salió del alma y a nosotros nos llegó a la nuestra.
❤️❤️
Joder Pepe!!
No sé como puedes después de una enorme jornada con todo tipo de aventuras y desventuras recopilarlo todo en un gran escrito al detalle y con multitud de ironías geniales y divertidas como te dicen otros también.
Tienes un arte especial. Pero bien ayudado por la comunidad… 🙂
Un abrazo.
P.D.: Lo de la M cojonera te viene al Pedo!!!
Amigo Pepe 😀
Decirte que eres “El Supremo”, “El Chef” cocinando la realidad con fantasía y condimentándola con una pequeña polvoreda de ironía, presentándola a la mesa con grandes dosis de cariño, sacando sonrisas y haciendo las delicias de los lectores comensales de tus relatos.
Sencillamente magistral.
😘👏
Pepe, amigo, siempre estás sembrado en tus crónicas, pero en esta has florecido en todo tu esplendor, capullito tornasol.
¡Me he descojonado vivo degustando tus cariñosos y picantes néctares!
A mi, intrépido alpinista, decides perderme en un lago imaginario… tan imaginario como mi presencía en esta aventura.
Está claro que me toca recibir aún sin estar… y sin embargo te quiero.
Sé que lo haces porque siempre que falto me hechas de menos, ja, ja, ja.
¡Un abrazo mosca cojonera!