UN CLUB DIFERENTE
Esta entrada busca compartir con vosotros una preocupación personal pero que, las veces que ha surgido en clubs y reuniones, compruebo que está más extendida de lo que parecería. El punto de libro que utilizo para las imágenes que acompañan el texto fue el que me dio la idea ¿ cuántas veces un libro especialmente recomendado pasa a engrosar una lista en la que va perdiendo posiciones hasta que ya no recordamos ni de quien procedía la sugerencia ni los motivos de la misma? O, lo que no se si es mejor o peor, nos lo compramos o alguien nos lo regala pero también se incorpora a los pendientes. y aquí, mi primera recomendación, que no os lo regalen, que os lo presten y así el tiempo “decente” para la devolución os moverá a su lectura. O bien, no lo compréis cogedlo de la biblioteca, hay también un plazo de devolución que, aunque prorrogable si no hay nadie “en cola”, nunca nos permite dormirnos en los laureles.
No os preocupéis, no voy a haceros un listado de recomendaciones en la línea del decálogo de los derechos imprescindibles del lector, publicados por Daniel Pennac en su obra “Como una novela”. Este libro está considerado como un antimanual de literatura y fue concebido por el autor como una tentativa de reconciliación con el libro, fundamentalmente encaminado a que los jóvenes (y yo añadiría, y no tan jóvenes) pierdan el miedo a la lectura y la aborden como un placer, una aventura personal y libremente elegida. Ni que decir tiene que os lo recomiendo encarecidamente con lo que ya veis que poco útil os va a resultar este texto para eliminar libros pendientes. Por cierto, Pepe, uno de los derechos recogidos es releer en el que ahora no puedo extenderme porque es una idea contraria a esta entrada (¡tú me entiendes!).
Volviendo a la lectura pendiente, en este momento si que os hago una recomendación, la primera o quizá la segunda si consideramos recomendación mis disgresiones del primer párrafo. Esta es una sugerencia sencilla que yo me aplico, no incorporéis nunca un libro porque os lo sugiere una persona a la que valoráis como amigo pero de la que ya sabéis que sus gustos literarios no tienen nada que ver con los vuestros ¡podéis compartir tantas cosas con él que no sean de esa parcela y, por otra parte, hay tanto por leer y tan poco tiempo para hacerlo! Pero una buena recomendación de alguien, quizá no tan próximo y sin embargo de opiniones contrastadas, no debe caer nunca en saco roto. Así he descubierto yo auténticas joyas.

Y otra sugerencia, no dejéis nunca que la lista se haga excesiva, los incorporados menos recientes tienen muchos puntos para no ser leídos nunca. y aquí entonó mi propio “mea culpa” ¿ cuántas veces me habréis oído decir ¡ah, si, lo tengo pendiente!? Muchas veces lo he acabado leyendo porque han vuelto a recomendármelo por el mismo camino o por otro, no porque le hubiera tocado el turno.
Total ¿ qué hacemos? Si yo lo supiera… Porque yo también pertenezco al club de acumular libros pendientes. Antes los tenía en cajas y casi me costó el divorcio. Desde que me incorporé al libro electrónico hay paz en casa pero, dado que tengo más de 3000 sin leer en el dispositivo, ya he decidido cual será la herencia de mis hijos habida cuenta de que luego tendremos toda la eternidad para comentarlos. Porque, ¿ no os lo había dicho? mi cielo no sería el de las huríes sino una inmensa biblioteca, un sillón cómodo y una buena luz.
Y dada la fecha en que nos encontramos, no puedo acabar la entrada sin desearos un feliz día de Sant Jordi. Reconozco que en este momento debería daros algunas sugerencias para vuestro paseo entre los distintos puestos de libros, pero convendréis conmigo en que eso supondría un gran riesgo si queréis abandonar el club de acumular libros pendientes.
- Teresa Martín y Jorge Luís Borges (III) - sábado, 23 de septiembre de 2023
- Teresa Martín y Jorge Luis Borges (II) - sábado, 24 de junio de 2023
- Teresa Martin y Jorge Luis Borges (I) - sábado, 20 de mayo de 2023
Delicioso artículo, Maite. Yo soy miembro de este club de toda la vida, pero ya no me agobia. Todas las historias, relatos, narraciones, poesías, pensamientos y reflexiones que tengo en casa y a los que puedo recurrir en cualquier momento, son una gran y maravillosa compañía.
Un abrazo.
La mejor actitud para pertenecer al club, Cinta, “están ahí y me acompañan”. Te reconozco la satisfacción de que te recomienden un libro y saber que ya era tuyo aunque aun no lo hubieras leído y que ahora solo tienes que alargar el brazo al estante. Un abrazo muy fuerte.
¡Hey Maite! Leer tu ingeniosa entrada me ha recordado la famosa afirmación de Virginia Woolf : “Sometimes I think heaven must be one continuous unexhausted reading” (“A veces pienso que el cielo debe ser una lectura continua e inagotable”)
Y entenderás cariño que, a pesar de la falta de tiempo y los riesgos aparejados, siga almacenándolos. ¡Solo faltaría que se me acabaran en la eternidad!
Maite, me encanta ese otro club, y siguiendo el comentario de tu marido, te diré que una vez leí en alguna parte alguna frase parecida a esta: “…no solamente somos lo que leemos, si no también todo aquello que nos queda por leer…”
Feliç Sant Jordi 😘😘
Gracias Pedro, yo también soy de esa opinión y por eso creo que hay que seguir enrriqueciendo no solo el bagaje de las lecturas realizadas sino el de las pendientes para lo que vuestras recomendaciones están siendo especialmente valiosas.
¡Qué sea Sant Jordi todos los días!
Qué entrada más sugerente! Empatizo mucho con esa lista de libros pendientes. Aunque hay también la biblioteca de libros rechazados (por las editoriales) de la conocida película francesa. Pero ya me conoces. Yo tengo también otra lista que a veces comparto que és la de restaurantes pendientes o de platos para degustar. Pero volviendo a los libros, después de Virginia Wolf, fue Borges quien dijo “Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca.” . Pero yo tengo una pregunta. ¿Habrá en esa lista de libros pendientes, algunos que querríamos haber leído, pero no queremos leerlos?
Tu lista, Lluís, a la que nos dejas acceder de vez en cuando, es un tesoro ¡conmigo no has fallado ni una vez! Si te parece añadiremos al Paraíso alguna degustación. ¡Libros y delicatessen, creo que no inventamos nada nuevo pero reivindicamos un valor seguro!
Maite, yo entré en este club ya crecidito, pero desde hace años estoy haciendo méritos para estar en su cuadro de honor.
Pienso que algunos de tus sabios consejos tendrían que estar escritos en oro en los estatutos del club.
El préstamo, por ejemplo, es una excelente idea, aunque cuando el prestador eres tú, en demasiadas ocasiones el libro no regrese.
Recuerdo que recientemente me alegró que me dijeras que te había gustado El complot mongol de Rafael Bernal. Querías devolvérmelo y te recordé que había sido un regalo. Pero se agadece esa voluntad que otros olvidan.
Confieso que no soy – como debería – del préstamo de bibliotecas, y menos aún del e-book, verdaderas soluciones para soltar ese lastre que a ti casi te cuesta un divorcio.
Ni siquiera recuerdo el orden de mis libros pendientes, porque no los tengo listados, solo descansan juntos en un par de estanterías (y no hace mucho de eso).
Si fuera Max te recomendaría unas cuantas aplicaciones que ayudan a gestionar esta carga moral y física que tanto nos abruma a los miembros del club. Helas aquí por ejemplo: “10 aplicaciones para hacer un seguimiento de los libros leídos y pendientes de leer”.
Tambien yo, Maite, sueño con un cielo acojedor, lleno de libros y de tiempo para leerlos, pero me atrevo a pedir – a San Jordi, encarecidamente – que esa tan especial bilbioteca esté en plena naturaleza, entre verdes colinas y se escuchen cantos de pájaros y la cháchara de un puñado de buenos amigos hablando de lo vivido y lo leido, o de lo pendiente de leer, ya no de vivir, mientras matamos ese tiempo eterno contemplando las estrellas como solo los humanos sabemos hacerlo.
Gracias por tus acertadas y divertidas reflexiones. Y larga vida para seguir leyendo, no vaya a ser que en el cielo no se haya inventado la imprenta.
Ya decía Pedro, que la recomendación (y en tu caso de un amigo y de un valor seguro) era suficiente para que un libro pendiente fuera automáticamente a la cabecera de la lista ¡lo que pasó con “El complot mongol”!
En cuanto a cielos, evidentemente, prefiero el tuyo. Apuntame en un sillón a tu lado. Y si no hay imprenta, no te preocupes ¡ya sé de que llenaré mi maleta!