PETER BROOK, EL GIGANTE DEL TEATRO (IN MEMORIAM)
He tenido la suerte de compartir dos días con mi gran y buen amigo Rubén, argentino de nacimiento y barcelonés de corazón.
De su inspiración brotaron dos artículos anteriores que escribí, “Ojos brillantes” y “El sonido de la Tierra”.
Estábamos los dos en la piscina de casa intentando atemperar uno de esos días asfixiantes de este último verano, cuando le pregunté,
— “¿Sobre quién o qué harías un artículo de música o cultura?”.
Sin pensarlo ni vacilar un segundo contestó… ”sin duda hay que hacer un homenaje a Peter Brook”.
No me extrañó la propuesta puesto que mi amigo es un gran hombre de teatro, pero sí su contundencia.
Peter Brook Londres 1925 — París 2022
Hoy lo recordamos aquí como el gran revolucionario del teatro moderno, pero es justo reconocer también sus dotes como cineasta.
Entre sus películas, “Moderato Cantabile” (1960), basada en un relato de Marguerite Duras, fue su obra más reconocida junto a la larguísima (más de cinco horas) y complicadísima ” Mahabaharta”
Confieso que mi acercamiento al Maestro Brook era y es superficial pues nunca tuve la suerte de asistir a un montaje suyo pese a las reiteradas veces que nos visitó.
Se puede asegurar que es el motor e ideólogo de un gran cambio en la política teatral de Barcelona.
Él fue quien eligió y sugirió que un viejo almacén de Monjuïc podía ubicar el necesario Teatro Municipal de la ciudad.
Así nació el Mercat de les Flors.
Incluso se ofreció para crear y dirigir una obra para su inauguración.
Su montaje de “La Tragedia de Carmen” marcó en 1983 la conversión y el nacimiento de un nuevo concepto de espacio escénico en Barcelona.
Con 96 años, en el 2021, aún tuvo ánimos para venir a Barcelona para asistir al montaje en el Grec de la obra “The Tempest Project” muy poco antes de su muerte que aconteció el 2 de julio de 2022.
El Premio Princesa de Asturias de las Artes 2019 no cambió su proverbial modestia.
“Si alguna vez me siento orgulloso de algo, ponedme debajo de la ducha y quitadme de encima todo el peso de la arrogancia”.
Espero que disfrutéis del sentido homenaje que relata a continuación alguien que convivió con el Maestro y se le iluminan los ojos al recordarlo
BUEN VIAJE AL GRANDIOSO MAESTRO PETER BROOK
Puedo tomar cualquier espacio vacío… un hombre camina por este espacio vacío, mientras otro lo observa… y esto es todo lo que se necesita para realizar un acto teatral… El teatro es siempre tanto una búsqueda de significado como un modo de hacer que ese significado lo sea también para otros. Ese es su misterio.”
El teatro condensa la vida, la atrapa haciendo visible lo invisible y físico, lo metafísico.
Peter Brook, La puerta abierta. Barcelona, Alba, 1997.
¡Se fue Peter…y paradójicamente, no deja un “espacio vacío” …él nos deja a todos colmados de inspiración!!!
Desde que me fui acercando a su camino y a su entorno, tuve la fortuna de ser atrapado por su red, y en ese momento, él era un buscador de más de 65 años…y casi toda su compañía multiétnica en Paris, compartía esa misma franja etaria…
“En 1974 se produce un interesante fenómeno. Peter Brook, considerado como la figura más relevante del teatro occidental, abandona la Royal Shakespeare Company y se va a París, donde crea una compañía de teatro multiétnica para buscar el modo de llevar el teatro a nuevos espacios y devolverlo a su esencia. Tardaron muchos años, viajaron por todos los continentes y finalmente lo encontraron.
‘No hay representación teatral sin que exista algo más. Un grupo de actores debería constituir una comunidad, una especie de experimento social, pero dentro de dicho experimento debemos incluir al público, sólo así el actor podrá saber de verdad lo que le sucede al entrar en contacto con un público sin la distancia de los espacios convencionales. Debemos provocar el cambio. Deberemos salir de los teatros.
Hace años comprendí que el espacio tenía una importancia fundamental en cualquier acontecimiento teatral por su capacidad de impedir o posibilitar un paso vital hacia otro nivel de percepción, por lo tanto, hemos de plantearnos la pregunta: ¿cómo debe ser un teatro? ¿Qué forma y dentro de que espacio se deben producir los acontecimientos para que sea transformador para los actores y el público? A partir de hoy iremos al encuentro de las respuestas. Encontrar, es reconocer que lo que buscas, de pronto, está allí.’
Peter Brook. “Más allá del espacio vacío”. París, 1974.
Durante algunos años tuve la bendición de estar muy cerca de ellos, participando de sus entrenamientos, junto a otros colegas, una vez al año, en la Ciudad de Barcelona. Conservo dentro mío cada uno de los innumerables episodios que compartimos improvisando, jugando y creando colectivamente como si fuésemos una gran familia donde reina la armonía, y sobre todo el espíritu colaborativo.
¡Era cautivante verles jugar, explorar y entrenar…casi embriagador…no existía nada igual, eran realmente, únicos!
“El círculo abierto alude a la configuración de un espacio teatral que Peter Brook, ha utilizado durante más de treinta años: una zona de actuación en la que tres cuartas partes está rodeada por el público.
Dicha zona de actuación no tiene por qué ser necesariamente un círculo literal, sino que en términos metafóricos, tanto si el entorno es un teatro moderno rectilíneo, uno en forma de herradura, o una plaza cualquiera de un pueblo africano, el público forma un círculo comunitario, una sociedad en un microcosmos reunida momentáneamente en torno a la acción, plenamente consciente de sí misma y del espacio que ocupa.
El círculo abierto también podría servir para referirse al tipo de colaboración particular que existe en la compañía de Peter Brook, donde todo está basado en la idea de compartir, compartir responsabilidades, ideas, papeles, actividades.
Donde todos pueden complementar la tarea de todos y sostener las experiencias con el aporte de cada uno de los que son parte del círculo.”
Lecat, Jean Guy y Todd, Andrew. El círculo abierto. Los entornos teatrales de Peter Brook. Barcelona, Alba, 2003.
Ya en estos tiempos, con un Peter con más de 90 años, me seguía maravillando como continuaba el camino con esa curiosidad infinita, singular, honesta y generosa con la que preparaba a su compañía para el intercambio con los diferentes públicos del mundo, nunca visto…
Se podría decir que Peter Brook, fue y es único…
Y si bien todos somos seres irrepetibles, algunos han venido a manifestar un camino con los demás y con una luz tan exquisita que marcan una época, una bisagra, un salto en la conciencia…
Peter, sin duda fue y seguirá siendo, un ser de otra planeta en el mundo teatral y más allá del teatro.
Pues su concepción y sensibilidad fue con la vida plena, con la totalidad, …y al teatro lo habitaba e investigaba, como una condensación de la misma.
Dejo mucho material escrito…
Todo ese material está basado en experiencias vivas, repletas de intercambio humano en todas las latitudes y durante muchísimos años…
Si el Teatro es un Ritual, Peter fue su más fiel servidor, un guardián de lo sagrado, de lo ancestral que aún conserva este arte del presente…
Sin duda la reencarnación de la alquimia puesta en acción en los más diversos escenarios de todo el planeta…Insisto, dejo muchas huellas literarias de su paso por este mundo y todos pueden acceder a ese camino y zambullirse.
Junto a él y su grupo en tantas y tantas reveladoras experiencias acerca de que es la vida y quienes somos los seres humanos.
Quizá mucha gente nunca haya oído siquiera su nombre ni mucho menos cual fue toda su labor.
No importa, siempre se está a tiempo de ir a indagar en el Alma humana, y en los misterios de la existencia, y para ello, Peter Brook es una “puerta abierta” para acceder a esa parte del pastel de la que todos formamos parte como especie, y que de su mano es más gustoso transitar…
¡El mismo decía que un director de teatro, era como un guía sin brújula…alguien que solo le importa el camino…la compañía…la calidad humana…y no el destino!!!!
Se fue Peter, y nos deja tanto…que será muy difícil, percibir su ausencia…
“Dios, al ver cómo se aburrían todos desesperadamente en el séptimo día de la creación, exprimió otra vez su extraordinaria imaginación para dar con algo más para agregar a la totalidad que acababa de concebir. 29 De repente, su inspiración avanzó más allá de sus ilimitados alcances y le hizo ver otro aspecto de la realidad: su posibilidad de imitarse a sí misma…
Y entonces, ¡Dios inventó el Teatro! Llamó a sus ángeles e hizo el anuncio:
—El teatro será un lugar común, donde compartir un interés común, un ritmo común…
—¿Ritmo? —le preguntó el ángel.
—Sí, como cuando los hombres hacen el amor, si uno de los dos va demasiado rápido o demasiado lento, se pierde todo interés.
El teatro será el lugar donde los hombres aprenderán a entender los sagrados misterios del Universo, y al mismo tiempo, servirá de alivio a los ebrios y a los solitarios.”
Peter Brook, Más allá del espacio vacío. Barcelona, Alba, 2001.
RUBÉN SEGAL, JULIO2022
Aquí os dejo un vídeo para conocer mejor la biografía y obra del Genio
Amigo Pepe, que gran homenaje a Peter Brook, desconocido totalmente para mí.
Tu lectura y la ampliación correspondiente en internet, ha constituido un agradable descubrimiento de su persona y de su trascendencia en el mundo de una de las artes escénicas.
Me ha encantado leer por ahí una frase suya que dice así: “ El teatro es vida. Vida concentrada en un pequeño espacio y durante un corto periodo de tiempo. El teatro permite mirar la vida a través de un microscopio, por eso es tan revelador.”
Gracias Pepe por acercarnos a Peter Brook y su revolución del arte teatral y gracias Ruben por colaborar en nuestra web y ofrecernos el testimonio de su magnético liderazgo y su enamoramiento del teatro. El resultado de vuestra colaboración es un magnífico artículo, de esos que abren la mente a nuevas ideas y sensaciones y remueven las propias.
Desde luego, sin pasión no hay revolución. Merece la pena conocer y rendir homenaje a los apasionados, sin ellos no avanzamos.
Un abrazo a los dos.
Gracias Rubén y Pepe por propiciar este encuentro con Peter Brook, sus ideas y aún más importante, sus hechos.
Es cierto Rubén, como bien señalas, alguien así, capaz de mostrarnos a los demás otros niveles de percepción gracias al antiguo “ritual” del teatro – el esencial, el primigenio teatro, copia de la vida – apenas nos dejará percibir su ausencia.
Yo le conocía casi solo de oidas o por algún pequeño texto. Vosotros me habéis permitido asomarme a su “círculo abierto” y desear saber más de este “guía sin brújula” para seguir aprendiendo – siempre estamos aprendiendo- a gozar plenamente del camino y la compañia.
Gracias amigos.