“FUE LA MANO DE DIOS” Sorrentino y Maradona
Netflix ha estrenado la última película del cineasta italiano, Gran Premio del Jurado en el reciente Festival de Cine de Venecia.
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“¿Sabe por qué como raíces? Porque las raíces son importantes”.
Sor María, la Santa. La gran belleza.
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Domingo 5 de abril de 1987. Paolo Sorrentino, que contaba entonces 17 años, había planeado pasar ese fin de semana con sus padres en su casa de Roccaraso, en la montaña, esquiando. Pero en aquella ocasión le dieron permiso para ir con sus amigos a ver el partido del Nápoles y a Maradona, su ídolo.
Ese mismo fin de semana sus padres murieron en la casa de Roccaraso intoxicados por los gases de monóxido de carbono de un calentador defectuoso.
“Esa tragedia marcó mi vida”. “Mi adolescencia terminó con la muerte de mis padres. Todavía estoy atrapado en ese día”.
Ahora, más de tres décadas después, Sorrentino, consagrado ya como máximo exponente del nuevo cine italiano, ha rodado una película que aborda aquel desgraciado suceso. Tenia que contarlo. Pero solo ahora, cumplidos los 50 y tras realizar más de diez largometrajes se ha atrevido a hacerlo.
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Sorrentino, napolitano de 51 años, comenzó en el cine como guionista en 1998 con Polvere di Napoli (El polvo de Nápoles) dirigida por Antonio Capuano (que aparece como el personaje de su mentor en las escenas finales de su último film).
Su debut como director fue en 2001 con una comedia ácida, L´uomo in più (El hombre de más) protagonizada por Toni Servillo, un actor teatral por entonces novato en el cine, que se convertiría en su actor fetiche en la mayor parte de su filmografía.
El primer éxito comercial y de crítica le llegó en 2004 con un thriller sobre la mafia, sobrio y existencialista: Las consecuencias del amor, también con Servillo como protagonista.
Tras ella rodó El amigo de la familia (2006), pero el éxito internacional llegó en 2008 con Il Divo, un biopic sobre el ex- primer ministro Giulio Andreotti (y otra magnífica interpretación de Toni Servillo) que consiguió el Premio del Jurado en Cannes. Sorrentino en alguna entrevista ha dicho que lo considera su mejor trabajo.
Su siguiente película, rodada en inglés, This Must Be the Place (Un lugar donde quedarse) (2011) fue una auténtica road movie con Sean Penn como protagonista.
En 2013 llegó su primera y aclamada obra maestra: La gran belleza, una visión desenfrenada y deslumbrante de la decadencia romana.
La gran belleza es una frenética reflexión sobre la condición humana. Jep Gambardella, escritor y periodista, personaje cínico, narcisista y noctámbulo, nos relata en primera persona cómo ha llegado su hastío del circo social romano – “Roma o morte”– y de los fuegos de artificio que ocultan el vacío y la soledad de todo ser humano.
El film es un retrato de los patricios romanos del siglo XXI, de personajes excéntricos rodeados de intelectualidad, sexo y excesos, en Roma, la eterna Roma, ciudad de adopción de Sorrentino, como lo fue también en su día para Fellini o Pasolini.
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Sorrentino ganó con ella, en 2014, el Oscar a la Mejor Película Extranjera, el premio homólogo de los Globos de Oro, un BAFTA y 5 Premios de la Academia del Cine Europeo, incluyendo los de Mejor Película y Mejor Director.
Le siguieron La juventud (2015), con Michael Caine y Harvey Keitel, dos actores excelsos al servicio de un director para algunos artificial y ensimismado, para otros imaginativo, profundo y genial. Ganadora nuevamente de varios Premios de Cine Europeo (Mejor película, director y actor…). (En ella aparece un personaje sin nombre, álter ego de un Maradona en sus últimos años).
En 2016 Sorrentino dirigió The Young Pope, una serie de HBO con Jude Law en el papel de un sacrílego pontífice estadounidense de línea dura.Y en 2018, Loro (Silvio y los otros), un retrato satírico del expresidente italiano Silvio Berlusconi, otro gran papel del camaleónico Servillo.
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Fue la mano de Dios, su última película, es su obra más íntima y autobiográfica. La rodó en Nápoles, su ciudad natal, en el verano de 2020, en el breve periodo de libertad entre encierros por la pandemia.
El film se inicia con una divertida y felliniana evocación de la mayoría de edad de Fabio Schisa, “Fabietto” y de su disparatada, casi grotesca familia. Anécdotas y recuerdos en homenaje a sus padres y al estilo de vida en el Nápoles de los inicios de los años 80.
En la segunda mitad, tras de la muerte de los padres del joven protagonista, el film se convierte en una reflexión sobre el amor y la pérdida, el duelo y el nacimiento de su vocación como futuro director de cine.
“La muerte de mis padres fue tan insoportable que la única solución que encontré fue crear una realidad paralela, un mundo de ficción donde poder encontrar alivio. Por eso decidí convertirme en guionista y más tarde en cineasta. No toleraba mi propia realidad”.
Con respecto a sus anteriores películas Fue la mano de Dios es menos barroca, está rodada con la cámara más estática, menos dispuesta a los efectos visuales.
Incluso la banda sonora, tan presente en sus otros films, es más contenida.
Pero sin duda ahí está el toque “sorrentiniano ”. Sus imágenes no solo resultan impactantes sino elocuentes y parte inseparable de la concepción global del film.

Fue la mano de Dios

En esta ocasión el alter ego del joven Sorrentino está interpretado por el casi debutante Filippo Scotti, que con 21 años ha conseguido el Premio al Mejor actor emergente en Venecia.
“Elegí a Filippo porque no le entiendo, de la misma manera que no me entendía a mí mismo a los 17 años”.
Sorrentino en su día ya dedicó el Oscar por La gran belleza (clic) a su familia y colaboradores, pero también a “Federico Fellini, Talking Heads, Martin Scorsese y Maradona”.
Maradona llegó al Barça en 1982, en plena crisis de guerra de las Malvinas y marchó al Nápoles en 1984, convirtiéndose en un Dios para el equipo del S.S.C. Napoli y para los napolitanos.
El gol legendario que da título a la película, es la famosa “mano de Dios” de Maradona en los cuartos de final de la Copa del Mundo de México 86 contra Inglaterra.
¿Le sirvieron a Maradona aquellos dos goles míticos con la seleción argentina para quitarse la espina de las Malvinas? Muchos argentinos, cuatro años después de finalizada la guerra, lo vivieron como una auténtica revancha (clic).
A la pregunta de un periodista sobre cosas que recordaba de sus padres Sorrentino respondía:
“Recuerdo a mi madre haciendo malabarismos con naranjas en la cocina para hacernos reír. Eso y que se hacían los locos cuando los jueves me saltaba las clases para ir a ver entrenar al Nápoles. ¡Jugaba Maradona!”.
Maradona es una figura especial para él.
“Vengo de una familia que nunca me llevó al cine o a museos. Mi primer contacto con el arte fue Maradona. Fue el primero que me hizo ver que un artista, en su expresión, es capaz de trascender la realidad”. “Para mí era un símbolo”.
Y además… le salvó la vida. “Fue la mano de Dios”.
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Pere R.
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Gràcies Pere per l’entrada i al mateix temps poder conèixer de la teva mà aquest cineasta. No el coneixía.
Recordo amb clarividència les imatges “ la mano de Dios” de Maradona.
La tindrem present i intentarem veure-la.
Una abraçada.
Pere S.
Gràcies Pere. Jo et recomanaria començar per “La grande bellezza”, per mi una obra mestra, i també “Il Divo”, ambdues són molt diferents.
Però, t’he de confessar que tan “La grande bellezza”, com “Fue la mano de Dios”, m’han agradat molt més la segona vegada que les he vistes. Les imatges són tan aclaparadores i el ritme tan trepidant – sobretot a “La grande bellezza” – que gairebé et distreu de la càrrega de profunditat d’uns magnífics guions.
Jo almenys ho veig així.
Tant de bo us agradin tant com a mi quan les vegis. Ho parlarem.
Una abraçada.
Pere, magnífic, com sempre. Un repàs àgil i complet per la filmografia i les claus que incorpora el cinema de Sorrentino. Jo només he vist La Grande Belleza, de la que em vaig quedar absolutament impresionat, i La Juventud amb en Keitel i en Caine i de la que recordo poques coses de no ser la gran interpretació d’ells dos. Me n’has fet agafar ganes, aquest cap de setmana “m’enchufaré” La mano de Dios. Tindrem ocasió de comentar-la.
Gràcies Manel. A mi Sorrentino em sembla un director molt interessant. Com dic a l’article, alguns crítics, molt pocs, diuen que és superficial i que es repeteix. Jo crec que de superficial no en te res – encara que si parla i defensa una certa lleugeresa en analitzar la pròpia vida- i potser sí que es repeteix una mica, però crec que encara és genial i únic.
Recordo que el feroç Carlos Boyero, el crític de cine de Madrid, va veure “La grande bellezza” a Cannes i la va posar a parir. Però mesos després va tindre els c…… de retractar-se i afirma que, en una segona visió, la pel·lícula l’hi havia semblat una obra mestra. Sorprenent tracten-se de qui es tracta.
Fins i tot crec que si tu tornessis a veure “La juventud” hi trobaries més d’un paral·lelisme amb el teu magnífic editorial d’aquesta edició de La PúaWeb. Rere la seva sempre desenganyada mirada hi ha una forta defensa del viure i gaudir de la bellesa de la vida fins a l’últim dia.
Una abraçada.
Me has dejado con unas ganas enormes de ver la película, Pedro. Yo tampoco conocía nada de este director y creo que tengo una importante asignatura pendiente. Recuerdo que de “La grande bellezza” ya habíamos hablado en alguna ocasión aunque sin entrar en la anécdota de Boyero que me parece impagable. Estoy de acuerdo que a las películas, como a los libros, muchas veces hay que darles segundas oportunidades y, después de tus recomendaciones, abordaré al director y su filmografía desde esa perspectiva.
Gracies Pere per aquest magnífic repàs de la figura i obra de Sorrentino. Coneixent el personatge es mes fàcil entendre la seva filmografia. He vist les seves darreres 3 pel·lícules i m´han agradat molt, sobretot La gran bellesa. Després del teu article faré per veure les anteriors.
Una abraçada.
Gracias Pere por esta entrada sobre Sorrentino. No he visto nada de él , pero tu artículo me ha llevado a interesarme por sus películas. Empezaré por “Fue la mano de Dios”.
¡Realmente una jugada del destino que Sorrentino se librara de la muerte gracias a su afición futbolera y su adoración por Maradona! ¡Magnífico regate!
Y, desde luego, si le preguntas a cualquier argentino, te confirmará el carácter divino de Maradona 🙂
Molt interessant aquest article. En to divulgatiu i amè, has anat introduint petites idees sobre Sorrentino i el seu mon cinematogràfic. A mi em recorda la vella guàrdia de cine italià després del realisme. Has anomenat Fellini que crec que l’inspira molt. L’he llegit molt a gust.