El “Crimen de la Rua das Flores”

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A raíz de nuestro viaje a Oporto y realizando una visita turística por sus calles con un guía de Free Porto llegamos a la Rua das Flores, una calle comercial céntrica en la que la historia ha querido ser recordada por un acontecimiento que conmovío Portugal por su repercusión en los ámbitos policiales, forenses y judiciales.

El caso: El Crimen de la Rua das Flores

El “Crimen de la Rua das Flores” fue y es uno de los casos de envenenamiento más famosos que dividieron la opinión pública en Portugal a fines del siglo XIX, que demostró las debilidades del sistema médico legal portugués y que atestiguó la importancia del análisis toxicológico. 

Rua das flores
Rua das flores

La historia que nos contaron fue la siguiente: Vicente Urbino de Freitas fue un destacado médico, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Coimbra en 1875. Más tarde se convirtió en profesor de Fisiología en la Escuela Médico-Quirúrgica de Oporto y autor de varios libros sobre la lepra. 

En 1877 se casó con Maria das Dores Basto Sampaio Freitas hija de José António Sampaio, un rico y prestigioso comerciante de lino y de Maria Carolina Bastos Sampaio que vivían en la calle Flores, Porto.

El caso fue conocido a raíz de la muerte de varios de sus parientes cercanos en circunstancias sospechosas, en particular del su cuñado José António Sampaio Junior y su sobrino Mário Guilherme Augusto de Sampaio. 

La familia de la mujer de Vicente Urbino eran comerciantes importantes de Oporto habiendo en juego una gran herencia a repartir.

Vicente Urbino visitó a su cuñado, que se hallaba enfermo, y fue tratado con unas infusiones que él mismo le preparo. A los pocos días murió y las sospechas de su muerte recayeron en él pero no se llegó a investigar a fondo las causas por lo que la cuestión no llegó a mayores.

En la Rua das Flores en el número 72-76 vivían los padres de la mujer de Vicente Urbino y unos sobrinos de este de corta edad, hijos del fallecido en extrañas circunstancias.

El sábado 29 de marzo de 1890 llegó un paquete con remitente desconocido que contenía almendras con licor y precisamente tres tortas de coco y chocolate, una para cada uno de los niños que viven en la casa. La abuela de los niños, María Carolina Bastos Sampaio, se mostró reacia a que los niños comieran los pasteles, pero cedió y el lunes 31 de marzo comieron los pasteles y pronto comenzaron a sentirse mal. 

El martes 1 de abril llamaron a Vicente Urbino de Freitas y les prescribió unos clísteres de melisa, “instándoles a hacer una retención peristáltica el mayor tiempo posible”. El hijo mayor, Mário Guilherme Augusto de Sampaio, de 12 años, murió el 2 de abril de 1890 experimentando espasmos y convulsiones, al igual que su tío José Sampaio. Las sospechas de envenenamiento, primero por las tortas y luego con la melisa, recayeron sobre Vicente Urbino de Freitas, que tenía motivos para buscar la manera de eliminar cualquier competencia para convertirse en heredero de la fortuna de su suegro.

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Vivienda de la familia Urbino-Basto Sampaio

La causa de la muerte de Mario se atribuyó al envenenamiento por alcaloides del opio, y nuevamente todas las sospechas recayeron en el Dr. Vicente Urbino de Freitas, tío del niño envenenado, con una herencia millonaria de por medio.

conclusiones forense
Extracto del estudio Anatómico forense

Hubo un juicio por ser el principal sospechoso, pero había una duda razonable ya que no se pudo precisar si fue Vicente Urbino quien envió el paquete desde un pueblo cerca de Oporto, iba en tren, y que un testigo reconoció que alguien parecido al medico (iba muy tapado con sombrero y cuello alto de gabardina) le dijo que si le podía llevar ese paquete a Correos para no tener que bajar del tren, y que no lo llevo por no fiarse.

Resumiendo, este prestigioso médico fue condenado por el envenenamiento fatal de su sobrino. También intentó el homicidio de dos sobrinas y su suegra, quienes solo escaparon porque se negaron obstinadamente a cumplir con la “terapia” prescrita por el médico de la familia. 

El móvil del crimen se atribuyó a la ambición de Vicente Urbino de Freitas de recibir la herencia familiar de su esposa, la hija del conocido comerciante José António Sampaio de la calle Flores de Oporto. 

Vicente Urbino de Freitas fue condenado a carcel y exílio pasando unos cuantos años en la carcel de Oporto en la celda número 13 y finalmente desterrado a Brasil donde intentó ejercer de médico pero las autoridades no le dejaron. Expulsado del pais por irregularidades en el ejercicio murió en benfíca al poco de su regreso a Portugal donde intentaba reabrir su caso, siempre se declaró inocente, cosa que no llegó a suceder.

Numerosos estudios criminalísticos y forenses se han llevado a cabo sobre este caso, pero ninguno ha concluido si realmente fue él quien cometío este crimen y todavía se le considera un gran médico por algunos sectores de la ciencia ya que contribuyó con sus tratamienbos sobre la lepra a mejorar la vida de muchos de sus pacientes.

Interesante historia que plantea la duda sobre su culpabilidad o inocencia.

El caso fue recogido por numerosa literatura de la época pero lo que desconozco es si fue llevado a las pantallas de cine, aunque de bien seguro que sería un gran best seller. Esta entrada podría haberse recogido dentro de la sección literatura, pero me ha parecido más interesante dentro de Historia.

literatura vicente urbino
Libros sobre el caso

Después de escuchar la historia, pasar por delante de la vivienda familiar donde se cometió el crimen y llamarse Dr. Vicente, no me quedó otra que narraros esta historia contada in situ y vivida en primera persona. Espero que os haya gustado mi relato, despertado el interés y que fácilmente podéis  encontrar bibliografía del caso buscando por el nombre del medico Vicente Urbino de Freitas.

calle flores
Vista general de la Rua das Flores

Foto de portada

Caso completo: El primer gran caso forense de Portugal y la génesis de la toxicología forense: 10 años de investigación para reconstruir el evento

Max
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Max

Hola soy Max, médico cirujano jubilado (ya era hora) con ganas de dedicarme a mis hobbies, si el tiempo me lo permite, que no hay mucho. El mar, la música, el internet, la tecnología, mis amigos, mis amigas y mi familia (lo primero claro). Ayudo en las cosas técnicas de La Púa Web.

12 comentarios en «El “Crimen de la Rua das Flores”»

  • el domingo, 20 de marzo de 2022 a las 5:47 pm
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    Maxi, me preguntaba si los padres de Natalia son poseedores de gran fortuna. Pos supuesto, también nos interesaria saber si tiene algún hermano, es decir, si tienes por su parte, algún cuñado. De cumplirse las dos condiciones, yo, en la piel de Natalia, o mejor, en la piel de su familia, estaría temblando. Con los Vicente cerca, uno siempre debe ir con cuidado..
    Por un momento he pensado que el Vicente Urbino era un pua, pero no, lo que era, era un cabrón. Joder con el tio, por poco se carga a toda la dinastía.
    Bueno, una curiosa y hasta divertida historia, si señor.
    Un abrazo Max.

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    • el domingo, 27 de marzo de 2022 a las 2:35 pm
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      Jajaja, Manel, nada de lo que preguntas existe. En ese sentido están todos tranquilos en casa.
      Como a ti me pareció una historia curiosa con muchas coincidencias personales, el nombre, la profesión, la calvicie frontal y el bigote… jajaja
      Como digo fue uno de los casos criminalísticos más impactantes de la Portugal del siglo 19. Por esas coincidencias y por su intriga me pareció interesante su relato. Yo también estoy contigo que tiene más pinta de cabronazo que de Púa.
      Gracias por tu comentario.

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  • el lunes, 21 de marzo de 2022 a las 12:14 pm
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    Max, interesante historia que no me ha dejado indiferente.
    Recuerda libros y películas de suspense, policiaca, negra, de terror.
    Conozco Portugal en gran medida, pero no Oporto. Si llego a conocerla, reviviré tu historia Dr. Vicente.
    👍👏😀

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    • el domingo, 27 de marzo de 2022 a las 2:37 pm
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      Estoy seguro que si visitas Oporto caerás por “Da Rua de las Flores” y te acordarás de mi relato.
      La verdad es que su historia daría para una buena peli de suspense, policiaca, negra y de terror y lo más interesante es que quedan muchas lagunas todavía en el aire de si fue inocente o culpable.
      Gracias por el comentario.

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  • el martes, 22 de marzo de 2022 a las 7:54 pm
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    Dr. Vicente, me he cagado… de risa, imaginándote en la construcción de esta rocambolesca historia con intriga, sospechas, coincidencias familiares (según mis datos era tu tatarabuelo que te habría arreglado la vida, pero hay mucho envidioso suelto) y buen relato.
    A ti no te hace falta leer, te montas el libro tú solo.
    Me lo he pasado genial y yo creo que viendo su retrato era inocente. No sé, es mi opinión.
    Muchísimas gracias

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    • el domingo, 27 de marzo de 2022 a las 2:42 pm
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      Jajajaja, Pepe.
      He investigado y no tengo descendencia portuguesa, menos mal… jajaja.
      La historia real podría dar para un libro negro, hablaremos con Maite a ver que le parece.
      Lo bueno de la historia es que no se sabe a ciencia cierta si fue inocente o culpable.
      Una historia interesante.
      Un abrazo.

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  • el viernes, 25 de marzo de 2022 a las 8:28 pm
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    Querido Max, gracias por participar en la sección de Historia. Tu colaboración es muy original y entretenida, como es habitual en ti. Siempre nos sorprendes y esta vez lo haces rodeado de misterio. A mí me pasa como a Pepe y por el retrato, el Dr. Vicente me parece inocente. A su mujer le veo una cara más sospechosa. A saber! En cualquier caso, debe ser horrible que te culpen de un delito que no has cometido. Se me ponen los pelos de punta de pensarlo.
    Espero que prospere tu vocación de historiador y nos regales nuevas entregas. Un abrazo.

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    • el domingo, 27 de marzo de 2022 a las 2:50 pm
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      Gracias Cinta por tu comentario tan positivo para mi entrada.
      Todos y todas tenemos en algún momento de nuestra existencia una pluma en nuestras manos y la posibilidads de relatar o escribir sobre vivencias que has tenido.
      Pues eso es lo que me ha pasado con esta entrada y que con mayor o menor gracia pues la hemos relatado.
      Me alegro que te haya gustado. Un beso.

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  • el sábado, 26 de marzo de 2022 a las 9:18 pm
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    Max, curioso caso de serial killer “intrafamiliar”. Un tio realmente peligroso para tenerlo de pariente.
    ¿Soy el único que a parte de la coincidencia “vicentera”, ve en su retrarto un cierto parecido físico (solo físico,eh!) contigo? ¿Es un delirio mio? Ja, ja, ja. ¿Tu lo ves?
    Claro que tu eres mucho más listo y de haber trazado tu un plan similar habrías conseguido que todo pareciera una desdichada sucesión de inesperados éxitus tras intervenir a tus víctimas de alguna tontería… cosas de la dichosa anestesia que en esa época estaba aún en mantillas. Ja, ja, ja.
    Ese otro Vicente se topa con una Maite Calcanhar (Talón en portugués) de forense y se le cae el pelo en la primera o segunda fechoria! No, Maite? Ja, ja, ja.
    Max, esta clase de historia(s) (con minúscula inicial) también molan mucho.
    Y más vale saber hasta donde puede llegar un ser humano… para estar prevenido!

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    • el domingo, 27 de marzo de 2022 a las 2:59 pm
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      Amigo Pere,
      Yo como tu, un pariente peligroso para tenerlo cerca… jajaja. También he visto parecido conmigo mismo… jajaja.
      Gracias por tus palabras de halago, pero no se si yo soy más listo, en cualquier caso un personaje interesante para estudiar en los libros de psiquiatría.
      El ser humano no tiene limites en su maldad y si no fijate lo que está sucediendo en nuestros días.
      Gracias por tus palabras. Un abrazo.

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  • el viernes, 1 de abril de 2022 a las 9:10 am
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    Max, una historia verdaderamente interesante e intrigante. Como alguien ha comentado por aquí daría para una buena novela negra. El pobre o no, Dr Vicente tenía todos los números para ser declarado culpable.Nos quedaremos con la duda! Un buen relato ambientado en una ciudad preciosa! Ya que te has estrenado en esta sección, el cuerpo nos pide más… no nos defraudes! Un besazo!

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    • el viernes, 1 de abril de 2022 a las 12:48 pm
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      La verdad es que sí Marian,
      Es una de las muchas historias que te cuentan cuando haces un tour a pie por las calles y plazas de Oporto, y como me pareció interesante y muy intrigante, porque a ciencia cierta no se supo si fue inocente o culpable, pues me dije ” la cuento y punto”.. jajaja
      Gracias Marian por tu comentario y quién sabe si en otra ocasión habrá más entregas en otras secciones que no sean las mías de tecnología.

      Respuesta

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