El club de lectura ¿una iniciativa al alza?
Hoy voy a hablaros de esta actividad en la que un grupo de personas se reúne para comentar un libro, previamente escogido. Empezaron siendo gratuitos pero, cada vez, hay más clubes, generalmente organizados por librerías, en que se establece cuotas, en ocasiones por curso y en ocasiones por sesión. Con las cuotas por curso, se busca fidelizar al interesado y asegurarse un volumen de participación estable; con el pago por sesión, animarlo a incorporarse sin realizar un gasto que puede ser importante al inicio y darle la tranquilidad de poder faltar en ocasiones si las circunstancias lo requieren. La opción de los clubes gratuitos, habitualmente organizados por las bibliotecas municipales, y preferidos en muchos casos, tienen como desventajas que suelen presentar listas de espera y penalizar a los que no mantienen la continuidad requerida; además pueden limitar la posibilidad de participar en función del volumen de las solicitudes, de forma que tras un tiempo de permanencia el miembro se vea obligado a ceder su plaza y respetar un “tiempo de descanso”.
Esta actividad acostumbra a tener un nexo común, en ocasiones el género literario escogido, en ocasiones la lengua en que se lleva a cabo la actividad, y a veces, criterios como la editorial de referencia de los volúmenes o el autor de las obras. Os hablo en todos los casos de clubes funcionantes en el momento actual en la ciudad de Barcelona, y sobre los que podría dar más información a los que manifestaran interés en incorporarse a alguno.
Empezaron siendo presenciales, lo que les prestaba el valor añadido de conocer personas con inquietudes comunes y gustos literarios similares; ello había llevado en muchas ocasiones a mantener el contacto fuera del espacio del club y desarrollar actividades alternativas como excursiones, visitas culturales o reuniones gastronómicas. Pero la aparición de la pandemia, y sobre todo su duración, ha obligado a la interrupción de muchos de estos clubes y/o su transformación en virtuales. Curiosamente, esta última modalidad ha permitido, en muchos casos, la incorporación puntual del autor a la sesión de debate, enriqueciendo sensiblemente la misma.
Estos clubes están dirigidos por un coordinador-moderador o, si se prefiere, por un “conductor” pues así se les denomina. Esta figura es la encargada de distribuir los tiempos de intervención de los participantes y finalizar la sesión con una puesta en común. Acostumbra a ser un experto en el tema, mucho más experto cuanto menos amateur sea el club. En ocasiones se trata de escritores, de periodistas o de libreros (profesión, ésta última, cada vez más prestigiada), y siempre se espera que su intervención aporte aspectos técnicos y/o poco conocidos sobre la obra y su autor.
También podemos encontrarnos con clubes particulares en supuestos de grupos de amigos y, en dicho caso, la génesis es la contraria. Se reúnen distintas personas con una relación familiar o social previa y aficionadas a la lectura y plantean un ritmo de encuentros; el grupo lo conduce un voluntario que puede ser el mismo a lo largo de las distintas sesiones o turnarse en cada una de ellas de forma rotatoria. El libro se elige, bien de forma consensuada, bien de forma sucesiva, por los distintos integrantes y, en este segundo supuesto, es habitual que sea el que ha sugerido la obra, el que conduzca el club en esa sesión, tras prepararse previamente en mayor o menor medida. Nuestro club de lectura LaPua se incluiría entre éstos últimos y, aunque nació ya como virtual por razones obvias, creo que nos ha ayudado a conocernos mejor y a estrechar lazos. Pero no quiero seguir en esta línea que correspondería más a nuestro amigo Pepe y su característico enfoque personal. Solo quiero recordaros, con esta entrada, el gran valor aglutinante de los libros y animaros de nuevo a participar en esta sección que hacemos un poco entre todos.
y elegida en muchos caso
- Teresa Martin y Jorge Luis Borges (I) - sábado, 20 de mayo de 2023
- UN CLUB DIFERENTE - sábado, 22 de abril de 2023
- Sobre las presentaciones literarias : una tarde con Pierre Lemaitre (II) - sábado, 25 de marzo de 2023
Muy interesante la información general acerca de estos clubs y su forma de funcionar. No tenía ni idea, ni me imaginaba, que pudieran ser de pago….., mira, una ventaja más del nuestro, que es gratis ! jaja
Es verdad que en mayor o menor medida, todos leemos, así que estoy de acuerdo contigo en que esta sección de literatura y el Club LaPua, pueden magníficos “aglutinantes” entre nosotros. De hecho, creo que lo están siendo.
Me ha gustado tu entrada. Un abrazo
Que los haya de pago, Gabi, yo lo interpretó como una derivación más de nuestra sociedad de oferta y demanda. Pero lo cierto es que el primero que yo conocí de esas características fue el de Paco Camarasa y el cobro no fue desde un principio sino que surgió más adelante como una forma de ayuda a una librería, Negra y Criminal, que en aquellos momentos empezaba a pasar problemas económicos. En esas fechas ya no éramos clientes sino un grupo de amigos y Paco siempre intentó compensarlo con distintos detalles que algún día os explicaré.
Querida Maite, leo tu artículo e intento responderme a la pregunta que da título al mismo.
Deseo que la respuesta sea al alza, pero esperando que sirva para que la sociedad se sensibilice, disfrute y se culturice más con la lectura, aprovechando todos los aspectos que nos aporta en cualquiera de sus modalidades y no se caiga en esnobismos actuales que más bien “ofenden” al mundo cultural.
Además diré, que si no están conducidos por esa figura que nombras, se obtiene poco rendimiento de la misma, pudiendo quedarse y de hecho creo que es así, en una simple anécdota de
“amigos grupo lector”.
Maite, gracias por ese título en interrogante y su desarrollo.
??
Tienes razón Pedro, sin ese conductor e incluso a veces con él, la sesión puede convertirse en una ronda de “me ha gustado” o “no me ha gustado” e incluso una derivación a historias personales relacionadas más o menos con la trama y que sólo interesan al que las está explicando. Yo he asistido a verdaderas aberraciones, y me enorgullece decir que “Nuestro Club de Lectura”, nacido espontanea y modestamente, presenta un gran nivel en sus comentarios y debates como creo que estaréis todos de acuerdo.
Es muy interesante el tema que planteas, Maite. Solo tengo la experiencia de nuestro club de lectura y estoy encantada. Sin ser expertos, la puesta en común de nuestros puntos de vista es muy enriquecedor, más siendo entre personas que nos tenemos mucho cariño y que por tanto nos interesan vivamente.
Gracias. Un abrazo.
Totalmente de acuerdo Cinta, nuestro club nació de una forma muy espontánea, creo que nos está ayudando a conocernos un poco más a muchos de nosotros y, sobre todo, el gran nivel de los comentarios nos hace, en ocasiones, ver el el libro de otra forma o apreciar aspectos distintos a los que obtuvimos con la lectura individual ¡y esa es la línea! Besos.
Maite, ha sido muy interesante que nos presentes este tema, que además tu conoces desde dentro.
Es importante que la gente lea y cuanto más mejor. Y aunque la relación entre el libro y el lector sea tan personal y la lectura “una actividad solitaria” es muy cierto “que nos abre al resto del mundo” (como decía Bruno Le Marie, el ministro francés de finanzas, en ese magnífico alegato en favor de la lectura que nos pasó Begoña).
Por otro lado, me encanta comentar con amigos nuestras lecturas y aún más compartirlas, como está ocurriendo en nuestro estimado Club de Lectura. Resulta muy enriquecedor y estimulante.
Pero dejame que desde el cariño y con humor te haga unas preguntas que yo mismo me he hecho a cerca de los Clubs de Lectura en general.
¿Entre la gente que participa en ellos hay mucho pelma enteradillo, mucho “rarito/a”? Es que me lo imagino. Ja,ja,ja. Y lo más importante: ¿se liga mucho en estos clubs? Necesitaría saberlo para superar mi estupida aversión a estas reuniones grupales convocadas para hablar de cosas profundas entre desconocidos que me recuerdan a los, quizá útiles, pero a veces esperpénticos grupos de autoayuda.
Claro que si el tema es “la novela negra” la cosa cambia. Ja, ja, ja.
Bromas a parte, gracias y un beso.
Muy bueno Pedro, creo que ya he contestado a muchas de tus aportaciones en los comentarios previos. Vamos a lo que de verdad te interesa, ligarías sin problemas porque eres un auténtico “chollo” (no hay más que leer tu sección o ver tus aportaciones culinarias, y como anfitrión no tienes precio como pudimos comprobar en Bilbao). Vamos, que se te pegarían como moscas ¿a qué estás esperando? Ja, ja, ja.
Besos también para ti.
Muy interesante tu entrada, Maite. Mas allá de nuestra querida pua lectora, tengo una escasa experiencia respecto a clubs de lectura, puesto que mi irregular asistencia a alguna tertulia literaria del Ateneu, no me da derecho a inclusión.
Hay un aspecto en los clubes de lectura, que los asemejan a otro tipo de organizaciones. Me refiero a la necesidad de militancia y disciplina con el fin de no distorsionar la dinámica del grupo. Ese sería mi particular freno a mi hipotética vinculación.
Muchas gracias
Como ya comentaba en la entrada Manel, todo es encontrar el modelo que se ajuste a tus características. En esta aventura que hemos emprendido con la PuaWeb te veo de lo más militante y disciplinado, ideando sin parar nuevas iniciativas como el concurso de Sant Jordi. En tu caso distorsionar la dinámica del grupo es ir siempre son el pie en el acelerador ja, ja, ja. y creo que en un club de lectura serías “la bomba”.