BURDEOS: Capital de Aquitania. MECA DEL VINO.
Burdeos es una preciosa ciudad que además de ser la capital de la histórica región de Aquitania, es el centro de la zona vinícola más prestigiosa del mundo.
Su centro histórico,llamado Puerto de la Luna, fue declarado por la UNESCO patrimonio de la humanidad en 2007.
Situada a orillas del Garona y cerca de la costa atlántica, tuvo su esplendor en el siglo XVIII, cuando llegó a ser el primer puerto de Francia y el segundo de Europa después de Londres. En ese período se acometió una ambiciosa reforma urbanística con la construcción de unos 5000 edificios que constituyen el actual y espléndido antiguo casco urbano, que se conserva íntegro y que sirvió de inspiración al Barón Haussmann, que había sido Prefecto de Burdeos, para la reforma urbanística efectuada en París en el siglo XIX.
Burdeos está muy cerca de la frontera española, a unos 200 km de San Sebastián, así que ese fue el camino por donde decidimos dibujar nuestra ruta, atravesando el Pays Basc francés en un par de días, visitando las bellas ciudades de San Juan de Luz, Biarritz y Bayona, antes de llegar definitivamente a Burdeos.
Aquitania y su capital Burdeos, tuvieron mucho esplendor en los siglos XII y XIII, debido a la boda entre Leonor de Aquitania y Henri de Anjou, duque de Normandía y futuro Enrique II rey de Inglaterra.
Esta dependencia de Inglaterra, propició un crecimiento comercial y económico que catapultó a la región a ser una de las zonas más ricas e importantes de Europa.
Posteriormente, ya de nuevo bajo dominio francés, Burdeos siguió siendo una ciudad preponderante, con un puerto fluvial que seguía teniendo importancia capital gracias al comercio del vino y a su posición de puerta de entrada y salida a través del Atlántico con las colonias antillanas.
La ciudad, de unos 250.000 habitantes tiene múltiples atractivos.
El río Garona la atraviesa justo antes de unirse al río Dordogne y convertirse en el espléndido Estuario del Gironde. Este enorme estuario es el que ha permitido siempre la navegación de grandes buques desde el océano hasta la ciudad de Burdeos.
La visita de la ciudad nos llevará por las amplias avenidas que discurren por las orillas del río, desde donde accederemos al interior del ya comentado casco urbano histórico, del siglo XVIII y de gran valor arquitectónico.
Además de disfrutar del paseo contemplativo por el entramado del casco antiguo, vale la pena destacar edificios, iglesias, y zonas urbanas, principalmente plazas, de gran valor y bellesa arquitectónica.


En la zona de los antiguos muelles podemos contemplar sobre el río, el Pont du Pierre (Puente de piedra) y muy cerca la enorme Place de la Bourse, con su espectacular Miroir d’Eau, donde se reflejan los magníficos edificios de la plaza. De esa misma época, siglo XVIII, en la Place de la Comédie, el Gran Teatro, considerado el más importante de Francia e inspirador del Teatro de la Opera de París, construido algunos años después.

En el propio centro histórico, destacan las antiguas Puertas de Cailhau y La Grosse Cloche, integradas en la muralla que protegía la ciudad medieval. También de esa época, siglo XV, podremos apreciar la Catedral de Saint-André y la Iglesia de Saint Michel.

Por último, mencionar una construcción moderna, del año 2016, La Cité du Vin, un espectacular edificio con forma de decantador y aspecto de Guggenheim; una especie de museo y espacio cultural que alberga todo tipo de instalaciones en las que obtener conocimiento e información de la historia del vino, o interactuar en su bar de catas o en su espléndida enoteca.


Además de la ciudad, otro de los atractivos de la zona, para muchos visitantes el principal, es conocer la amplísima zona viticultora que se extiende en todas las direcciones alrededor de la ciudad de Burdeos. Este atractivo incluye, el paisaje de los viñedos, las casi 1000 bodegas existentes, allí llamadas “Chateaux” y los numerosos y bonitos pueblecitos que salpican esa geografía.

De entre las 57 denominaciones de origen que existen bajo el paraguas de la más genèrica “Vino de Burdeos”, destacan por encima de todas, las zonas de Medoc, Pomerol, Sant Emilion y Sauternes, donde encontraremos los “Chateux” que elaboran los vinos más prestigiosos, y caros del mundo, los “Premier Grand Cru Classé”, máxima categoría de calidad con que son reconocidos los mejores caldos.
Las principales variedades autóctonas con que se elaboran, son la Cabernet Sauvignon, la Cabernet Franc y la Merlot en tintos, y la Sauvignon Blanc y la Semillon en blancos.
Nosotros pasamos un día, en el más emblemático de todos los pueblecitos, Sant Emillion. Un pequeño y muy bien conservado pueblo medieval que actualmente aglutina todos los atractivos necesarios para vivir la experiencia del contacto con el mundo de la viticultura y la elaboración del vino.

Tiene un casco urbano encantador, por el que merece la pena pasear contemplando su bonita catedral y su torre medieval.
Además, podemos encontrar pequeños hoteles llenos de encanto, restaurantes, centros que imparten cursos de enología, establecimientos culinarios donde realizar catas y, por supuesto, preciosas tiendas de las más importantes bodegas de la zona, donde vale la pena dejarse instruir y aconsejar, probando algunos de los vinos que nos ofrecerán y desde luego, comprar.
Como despedida de Burdeos, hicimos una última visita a un lugar que también pertenece a la región de Aquitania, que está muy próximo y que tiene encanto e interés especial. Se trata de la Bahía de Arcachon, un precioso paraje atlántico donde destacan dos atracciones que satisfarán nuestros sentidos.

La primera atracción será un lujo para nuestra vista, es la popular e impresionante Gran Duna de Pilat, que se extiende unos 3 km a lo largo de la costa, penetrando hacia el interior del bosque unos 500 metros, formando parte del Parque Natural de las Landas, declarada àrea protegida como Grand Site National desde 1930.
Junto con Burdeos, es el punto de atracción turística más relevante de Aquitania con 1 millón de visitas al año.


Naturalmente, la visita consiste en caminar por la duna. Después de aparcar y pagar la entrada, se enfilan unas rudimentarias escaleras de madera construidas sobre la arena, por las que vencer los aproximadamente 100 metros de desnivel que hay hasta la cresta. Una vez arriba, el paisaje hacia el litoral atlántico, el bosque y la bahía de Arcachon, es espectacular. El espacio y la propia dimensión del arenal es sobrecogedor, ya se camine por la misma cresta o se baje a la extensa playa a pasear o a sentarse un rato a tomar el sol y a sentir el aire marino.
La segunda atracción también será agradable para nuestra vista, pero sobre todo será un lujo para nuestras papilas gustativas, pues el lugar es famoso por las excelentes Ostras de Arcachon que se cultivan de manera profusa en su bahía y cuya degustación nos servirá de despedida de Burdeos, una atractiva ciudad y un entorno lleno de historia, de vino y de “ostras” atracciones turísticas y culinarias.

Bon Appetit!! Bon profit!! Buen provecho!!
- Montañas Rocosas del Oeste de Canadá - sábado, 28 de octubre de 2023
- LAGO DI COMO: LA BELLEZA DEL PASADO - sábado, 21 de mayo de 2022
- CADIZ: LA LUZ DEL ATLÁNTICO - sábado, 23 de abril de 2022
Ha sido muy agradable el paseo por Aquitania leyendo tu artículo, Gabi. Estuve hace unos años en Burdeos y me pareció una ciudad señorial y acogedora a la vez, llena de encanto, lo mismo que tu artículo. Desafortunadamente no conozco el resto de Aquitania que por lo que cuentas merece una visita pausada… y eso que el nombre de la región es de los topónimos que me más me emociona (¿quizá por Leonor?).
Gracias por esta delicia de viaje. Un abrazo.
Gabo, comparto la sensación que transcribe Cinta en el comentario anterior, yo también disfruté mucho de la ciudad y del entorno. Una ciudad con “charme” , llena de história y, a mi modesto modo de ver, la única que compite con denuedo y singularidad con París.
Del mismo modo en que describes el viaje, yo tan solo pude observar la oferta vitivinócola, puesto que eran tan salvajes los precios que enseguida entiendes cuando te dicen que su principal cliente español es Juan Carlos ( el de Arabia). Eso si, yo me puse las botas con las ostras de Arcachon y la contemplación de la famosa duna de Pilat.
Gracias Gabo, me has evocado un gran recuerdo.
Amigo Gabi, un destino cercano y lleno de hermosura.
Una región que nos muestras de manera formidable.
No faltaré a su cita y te aseguro que acabaré “ ebrio “ de vino, ostras, historia y cultura.
Gracias amigo 😘
Esta ciudad la conozco muy bien, por fin!!!
Es una maravilla donde he pasado muy buenos momentos.
Una pequeña París.
Como bien recomiendas vale la pena tener tiempo para visitar el territorio.
Los campos de viñas son jardines.
En nuestra visita a Saint Emillion, extasiado por el paisaje visto, comprando un par de cepas de Merlot en una tiendecita con un señor encantador, comenté mi admiración por el campo.
El señor, sin inmutarse y con un humor más inglés que francés, me respondió, “monsieur, ¿quizás es porque hace más de dos mil años que hacemos lo mismo?. Chapeau
Gracias
Hola Gabi, hace muchos años cuando mis hijas eran pequeñas, pasamos por Burdeos camino a La Rochelle, Oleron y Poitiers. Sólo estuvimos dos dias y veo por tu crónica que me queda mucho por visitar, una buena excusa para volver con tiempo .A pesar de ser una visita corta la ciudad me encantó, me gustan mucho los cambios de color de las ciudades atlanticas.Una anécdota, nuestro hotel estaba muy cerca del cementerio dónde estaba enterrado Goya y fuimos a visitar su tumba, desconozco si aún esta ahí o se trasladó su cuerpo a España. Voy a tomar buena nota de tu propuesta. Un placer cómo siempre leerte y seguirte. Un abrazo.
Gabi, tengo a la vista un viaje a Burdeos en los próximos meses. Así que tu entrada me resultará muy útil para disfrutar de la ciudad a fondo.
He estado en Burdeos en un par de ocasiones pero solo en una pasé noche allí, porque siempre nos instalábamos en casa de unos amigos en Las Landas.
Muy oportuno. Gracias.